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Por Roti Brown
Los fines de semana a menudo sirven como un momento para ponernos al día con responsabilidades descuidadas de la semana pasada, lo que puede hacer que tareas necesarias parezcan tareas de último momento.
En lugar de permitir que tus recados se vuelvan arbitrarios, prográmalos y, si puedes, busca una manera de trabajar en un aspecto agradable.
Lo hago visitando mi mercado local. Hacer la compra nunca ha estado entre mis actividades favoritas, y rara vez tengo tiempo para correr entre todas esas llamadas de Zoom (que podrían haber sido correos electrónicos). No puedo dejar de hacer la compra, así que, en cambio, he encontrado una manera de replantearlo y convertirlo en una actividad de fin de semana que realmente espero con ansias.
Ahora, paseo por el mercado, charlo un poco con los vendedores, disfruto del aire fresco y salgo con todos los productos frescos y alimentos que necesito para la semana. Con este cambio de mentalidad sin complicaciones, he convertido lo que parecía una tarea rutinaria en un ritual de fin de semana que no solo me aporta nutrientes, sino que también me ayuda a llenar mi mente.
Si me aterran las tareas de limpieza semanales: ¡No planeo una sesión intensa de fregado cada domingo! En cambio, me concentro en lo que hay que hacer, escucho mi podcast favorito mientras trabajo y hago lo justo para que el proceso de limpieza sea agradable y productivo.
Cuando necesito hacer ejercicio: Esta es una actividad importante que suelo evitar. Para replantearla y hacerla más placentera, elijo un lugar con paisajes pintorescos, me quito la presión de quemar calorías y disfruto de la belleza del lugar mientras trabajo para alcanzar mis objetivos de fitness.
Tengan en cuenta que uso deliberadamente la palabra "movimiento" en lugar de "entrenamiento". Para ser claros, entrenar es una forma importante y efectiva de aliviar el estrés acumulado durante la semana. Sin embargo, cuando pensamos en entrenar, tendemos a asociarlo instintivamente con la intensidad. El movimiento es simple, incluso a veces pausado. Y dado que la mayor parte de nuestro trabajo hoy en día se realiza virtualmente, es lógico suponer que no todos lo estamos haciendo lo suficiente.
Prioriza una caminata, un estiramiento de 30 minutos o algo igualmente relajante para ti que recompense a tu cuerpo con movimiento después de una semana de trabajo sedentaria.
Probablemente hayas estado absorbido por el trabajo toda la semana: respondiendo correos electrónicos, asistiendo a una interminable lista de reuniones de Zoom y buscando soluciones. ¿Qué tal si, por un instante, te permites desconectar de tus responsabilidades profesionales y simplemente no hacer nada?
Intento encontrar tiempo para la paz y la tranquilidad todos los días. Apago el teléfono, apago las noticias y simplemente disfruto de un descanso. Este momento de tranquilidad suele venir de la mano de la meditación. Busco un rincón al aire libre y me esfuerzo por despejar la mente. Para que esta inacción intencionada sea efectiva, no tiene que ser intensa. Sal a dar una vuelta en coche, siéntate en el coche sin otro objetivo que no sea pensar en el trabajo, dedica unas horas del fin de semana a desconectar de las redes sociales o elige un lugar tranquilo para leer ese libro que te has prometido terminar. Sea lo que sea, simplemente baja el ritmo.
Mi esperanza para todos nosotros es que nos tomemos el tiempo para dejar de lado el estrés y seamos lo suficientemente valientes para hacer espacio para el descanso después de una larga semana de trabajo.
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